También quiero aprovechar para enseñaros unos detalles que me regalaron el otro día mi suegra y una vecina. Se trata de unos botones de nácar, algunos con bastantes años ya que eran de la abuela de mi marido.

Si os fijáis bien veréis que, incluso, hay algunos que están rotos, lo que de la un cierto encanto al conjunto.

Un besito y feliz entrada de verano (o invierno...)
